martes, 29 de julio de 2014

Cómo ganar elecciones

Cómo ganar elecciones



Opinión
Bisturí
Cómo ganar elecciones
Martes,  29 de Julio, 2014
No voy a cobrar por la receta que me dio mi compadre Choque, pero que es infalible, es nomás. Es un caso de la vida real, que puede ser considerada una anécdota si no fuera una lección magistral. Mi compadre me contó que cuando estaba en colegio, él y otros tres amigos eran siempre los mejores alumnos y los eternos directivos del curso. Tanto que los seis años de colegio se turnaban en la presidencia, la vicepresidencia y el secretariado de relaciones, año, tras año.

Sucedió que cuando llegaron a la promoción y les tocó elegir la directiva, el profesor de sociales convocó a la presentación de candidatos y otra vez aparecieron los tres consabidos nombres de los preclaros alumnos del curso; pero esta vez, una tímida vocecita anónima proveniente de una fila de atrás, propuso un nombre impensado, de un alumno que no se distinguía por su dedicación al estudio y caminaba con chamarras de cuero, aretes por todas partes, pelo “peinado” tipo mohicano y cascabeles y brillos en toda su ropa. Nunca presentaba sus tareas, además era desaseado e incumplido. El profesor anotó el nombre al final de los anteriores tres, sin darle mucha importancia y aclarando que en democracia el hecho era válido.

El profesor llamó a los candidatos y les invitó a que presentaran –a toda la clase- su plan de gobierno. Cada uno de ellos ofreció lo mejor que se le ocurrió. Uno decía que haría un concurso de periódicos murales y kermeses para recaudar fondos destinados a la fiesta de la promoción; el otro que organizaría una feria de ciencias e invitaría a otras promociones de diferentes colegios, públicos y privados y el tercero que recaudaría fondos a través de variadas actividades que destinaría a un viaje final de la promoción por las principales ciudades del país.

Cuando le tocó el turno al candidato final, este se presentó a la clase y dijo: “Mire profesor. El que sugirió mi nombre se hizo la burla. A mí no me interesa ser presidente del curso, porque si yo fuera elegido, organizaría fiestas cada fin de semana, pediría permiso para jugar y farrear por lo menos una vez cada quince días. Invitaría a las chicas de otros colegios a nuestras fiestas y no dejaría intervenir a los profesores en la organización de nuestras actividades.”

Se procedió a la votación y este último ganó “por goleada”. Casi nadie votó por los otros tres. ¡Escándalo en el cuerpo docente! Claro que después tuvo que intervenir el director del colegio que anuló las elecciones de la promoción, no sin que el mayúsculo alboroto llegue a la Directiva de los padres de familia donde se consideró el “castigo” que se daría al alumno díscolo que se atrevió a formular semejante “plan de gobierno”. Se eligió otra Directiva y todo volvió a la “normalidad”.

Pero bueno, la moraleja de la historia es que al pueblo no le interesa sino el jolgorio, tener plata en el bolsillo y pasarla bien. Tampoco le interesan los planes sesudos y bien elaborados. Basta con ofrecer (y garantizar) que todos van a estar bien, que van a tener sus buenas farras y cumplir esa promesa. Hay que tocar sus sentimientos y el corazón... no el cerebro (Y ofrecer las cosas más disparatadas). Y listo. Así se ganan elecciones. ¿Alguien dijo que el pueblo es sabio?
Acerca del autor:
Franklin-E.-Alcaraz-Del-C.-
Franklin E. Alcaraz Del C.