sábado, 15 de junio de 2013

Los errores del “masismo”


Bisturí ®©                                               Los errores del “masismo”

                                                                           (Cualquier semejanza con la vida real es pura coincidencia)

 

                                                                        Franklin E. Alcaraz Del C.[i]

 

Son muchos los errores del MAS. Claro que son muchos. Por ejemplo el haber incorporado zurdos en un movimiento populista. Estos nunca se van a sentir identificados con un movimiento sin ideología política y que se mueve al vaivén de un líder que además tiene objetivos inidentificables, o decirse marxista, sin serlo; y aunque los izquierdistas tuvieron y tienen influencia, esta ha sido y es nefasta, por supuesto.

 

Otro error es tener como política nacional e internacional la defensa de la hoja de coca y de aquellos que la cultivan y viven de ella, en lugar de proporcionarles cultivos y mercados alternativos. La coca es la fuente de la cocaína. Punto. ¿Alguien puede discutir eso?

 

El mayor error del MAS, sin embargo, es atribuirse lo que esperaba y quería  el pueblo boliviano en su conjunto (y quiere todavía, dice mi compadre Choque). El CAMBIO, así con mayúsculas. De ahí su gran votación. El pueblo quería y quiere también la inclusión de los indígenas en la vida política y social del país. Así, el cambio, no es descubrimiento del MAS. Lo que hizo el MAS es interpretar de manera errónea el cambio que quería y quiere el pueblo. Lo de erróneo ahora le está cobrando la factura al MAS a través de su caída libre en la preferencia de los electores. Por este motivo la mayoría del país, todavía espera el verdadero cambio. Para los fines del MAS, el indio debe quedarse donde está para tener una punta de lanza en la “lucha” fratricida frente a sus compatriotas mestizos y blancos. Replicar y remplazar la “lucha de clases”, por la “lucha de razas”. El pueblo no quiere ni siente que debe haber tal “lucha”. La unidad de los bolivianos es un imperativo y todos quieren, queremos, unidad.

 

Lo que no quería ni quiere el país, es, por ejemplo, obligar a todos aprender aymara, quechua, guaraní, etc. No quería ni quiere la wiphala como símbolo nacional, porque simplemente no representa a todos los bolivianos. Punto. Lo que no quería ni quiere el pueblo, es enfrentamiento, regionalismo, racismo y división. Porque si antes había regionalismo y racismo, ahora se multiplicaron por cien (solo que de manera solapada, dice mi compadre).

 

Por eso es que algún ideólogo del MAS que no es tal, sino todo lo contrario, anda equivocado. Y si alguna ascendencia tiene sobre sus bases (no las suyas, las del MAS) es porque, como dice el refrán, “en tierra de ciegos, el tuerto es rey”. Pero bueno. La historia dirá quién o quienes tienen la razón. Si aquellos que conducen una “revolución” que no es tal o aquellos que quieren la prosperidad y el progreso del país y sus habitantes, basados en la unidad y el orgullo de ser boliviano, sin enfrentamientos.

 

¿Qué es el MAS políticamente hablando? ¡Nadie sabe! ¡Si ni siquiera permite pensar a sus acólitos! La única forma de mantener militantes no pensantes, es por la fuerza y el amedrentamiento, y si no, veamos Cuba. Allí no se permite pensar de manera diferente a la del partido en función de gobierno. ¿Bolivia? Todavía no, claro, pero ¿y después? ¿Hacia dónde vamos?

 

¿Tiene alguna cualidad el “masismo”?. Creo que sí. A través de buenas, malas y disparatadas intervenciones nacionales e internacionales, ahora el mundo sabe lo que es el país multipluri y dónde queda. Pero que esto sea bueno, no sabemos. Se nos estremece el alma cuando un extranjero habla del país multipluri, sonriendo… 

 

Hay que tener paciencia esperando el verdadero cambio. Aquel que despierte respeto, admiración y orgullo del pueblo boliviano.



[i] Franklin E. Alcaraz Del C. es médico e investigador

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